
PARA PODER AVANZAR, EXPANDIRNOS, MEJORAR, ES INDISPENSABLE VIVIR EL MOMENTO PRESENTE.
Si te das cuenta de la cantidad de momentos presentes que no vives porque tu mente está en el pasado, recordando lo que ha sucedido con todo lujo de detalles, y reinterpretándolo mientras le cuentas la escena a alguna persona afín, podrás tomar conciencia de la inercia mental en la que a veces vivimos.
Sin embargo, simplemente dándonos cuenta de ello, ya hemos recorrido la mayor parte del camino, puesto que podemos tomar conciencia de que tenemos plena libertad de pensamiento.
Tenemos una oportunidad de oro cada vez que nos damos cuenta de que estamos reviviendo una situación del pasado, y por tanto, depositando nuestra atención en lo que no queremos, en lugar de en lo que sí queremos. Puedes parar, preguntarte ¿desde dónde estoy actuando? y darle la vuelta a la situación. Girar el foco de atención.
Poner tu atención en aquello que no te gustó, en la medida en que puedas hacer algo para solucionarlo. Por tanto, poner el foco en la solución.
Aún así, podremos alcanzar una solución armoniosa sólo desde una mente tranquila, que proporciona una oxigenación del cerebro. Desde una mente tensa, en sufrimiento, que revive las circunstancias pasadas, también encontraremos una solución, sí. Pero desde el esfuerzo, desde la mente, desde el hacer sin antes ser.
Sé primero quien realmente eres, un ser humano preparado a la perfección para crear la circunstancia que deseas una vez te alineas con quien eres, y haz sólo una vez tu mente y tu cuerpo estén en las mejores condiciones de encontrar una solución magnífica. Desde el presente. Desde el bienestar.